Calle Laurel: el arte del pincho en Logroño

· 18 mayo, 2025 · 6:15 pm

Hay momentos del día que se convierten en rituales. En Logroño, uno de ellos comienza al caer la tarde, cuando la luz se atenúa y la calle Laurel se transforma en un desfile de aromas riojanos, texturas y sabores. Se transforma en el arte del pincho en Logroño. Me gusta dejarme caer por allí casi cualquier día: terminar la jornada con un pincho perfectamente elaborado y una copa de buen vino es un lujo sencillo, pero infalible.

Cuando el clima acompaña, la experiencia se vuelve única. Siempre hay alguna cara conocida con la que intercambiar una charla amable entre bocado y bocado. El fin de semana, el ambiente cambia y con él la lo hace la experiencia. La calle se llena de vida, y cualquier bar es una buena elección. No obstante, quien conoce bien la escena sabe cómo elegir el local adecuado y encontrar su rincón en la barra. A pesar de todo ello, hay un momento que guardo con especial cariño: los domingos por la tarde. Regalarse una cena de pequeños sabores, servidos con la calidez que hacen que te sientas en casa. Que hacen del domingo un día especial con el que cerrar la semana.

Por supuesto, cada grupo tiene su propio recorrido. El que va con niños, el que prefiere con amigos o el paladar sofisticado que busca sorprenderse con cada creación. Porque si algo define a la calle Laurel es su diversidad y la personalidad única de cada bar que hace que no puedas tomar «un pincho y a casa».

Para mí, ese es el secreto: mantener la curiosidad despierta, estar atenta a las nuevas propuestas sin dejar de honrar los clásicos. Así es la calle Laurel y así es como diseño experiencias auténticas a su alrededor, pensadas para paladares exigentes que buscan más que una simple cena. Buscan una vivencia gastronómica con alma. Buscan el arte del pincho en Logroño.

Para todo esto el maridaje es clave. El vino adecuado no domina, sino que envuelve la comida como un guante de seda. Un Rioja blanco y crujiente puede realzar la delicada salinidad de un buñuelo de bacalao, mientras que una Garnacha joven y afrutada realza la terrosidad de una brocheta de setas.

Más información: https://www.ameliriojatours.com/contacto/

"Vino y pinchos en la calle Laurel, Logroño – una experiencia gastronómica"

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