Seguro que has oído hablar de la Calle Laurel y has venido a beber el vino de La Rioja. Incluso habrás escuchado decir que en Logroño no hay nada más que ver, pero yo no estoy de acuerdo con esa idea.
Logroño está ligada a la propia historia del vino de Rioja, en el centro podemos encontrar espacios singulares como los antiguos lagares comunales y calados subterráneos ocultos bajo las casas blasonadas.
Logroño es ciudad fronteriza y su devenir a la largo de la historia tiene mucho que ver con esta circunstancia: Los restos de la muralla y el cubo de El Revellín y las flores de lis que ostenta su escudo son prueba de su valor. ¿Quieres saber por qué?.
Además de frontera es lugar de encuentro de culturas y religiones, es parada obligatoria de la calle mayor de Europa, el Camino de Santiago, que pasa por Santa María de la Redonda. Tenemos leyendas medievales, una rica vida religiosa e historias dramáticas de la Inquisición, calles con nombres de oficios y casas que habitaron familias de origen sefardí.
Los grandes personajes locales del siglo XIX fueron hombres de estado de España y este hecho , marcará a su vez la transformación de la ciudad, de ahí los monumentos del general Espartero, el Museo de La Rioja y la estatua de D. Práxedes Mateo Sagasta, entre otros.
Te espero en Logroño y te aseguro que con nuestro tour privado y personalizado tendrás nuevas historias que contar cada vez que tengas una copa de Rioja en la mano.